Thursday, June 14, 2012

Los diablos de Caracas

Política venezolana
Luis Prieto Oliveira - lprieto21@aol.com

Una tradición casi tan antigua como nuestra historia consagra al mes de junio, en el cual se celebra el Corpus Christi, una de las más solemnes fechas del calendario eclesial, como el de los diablos. La tradición indica que el contacto con el cuerpo del Redentor hace que se amansen los demonios, por eso en diversas partes de España tanto en el jueves propiamente tal como en el fin de semana inmediato, hay diversas manifestaciones en las cuales presentan  a los  tradicionales diablos danzantes. 

En Venezuela hay unos cuantos pueblos en los cuales se repite esta vieja forma de expresar el fervor religioso, pero quizás la más conocida es la que ocurre en el pueblo de San Francisco de Yare, en el Estado Miranda, que también es famosa por alojar una cárcel que, entre sus más conocidos reclusos, cuenta al Comandante Presidente y a varios de sus aliados golpistas del 4 de febrero de 1992.

En Caracas, ciudad que últimamente no se ha distinguido por su piedad, pudimos ver cómo un verdadero tsunami de pueblo se lanzó a las calles a exorcizar a los diablos rojos que han venido asolando al país. Centenares de miles, algunos calculan en un millón, de caraqueños, reforzados con delegaciones simbólicas de diversos estados y ciudades del interior, se lanzaron a las calles, en ocho puntos de concentración, distribuidos a todo lo largo y ancho del valle de la ciudad consagrada al Apóstol Santiago, desafiando una pertinaz lluvia, que amenazaba el lucimiento de la ocasión.
Los caraqueños, naturalmente muy poco adeptos a las precipitaciones pluviales, aguantaron, a pie firme, las molestias meteorológicas hasta que el sol, seguramente curioso por lo que estaba a punto de ocurrir, decidió salir a hacerse parte de lo que fue un día memorable.

Las encuestas y la maquinaria de propaganda

La estrategia comunicacional y propagandística del régimen, ante la muy escasa presencia personal de su eterno candidato, adoptó una estrategia publicitaria cuya primera línea de ataque ha sido la de las encuestas. Un número inusitado de empresas encuestadoras de ejecutorias desconocidas, junto con un grupo de compañías que, en el pasado, siempre se han destacado por sus desacierto en las predicciones electorales, comenzó a publicar el resultado de presuntas investigaciones de opinión pública, que coinciden en otorgar creciente ventaja al candidato oficial frente al opositor.
Estas encuestas, cuya metodología nunca ha sido auditada, tienden a crear un clima informativo de inevitabilidad del triunfo del gobierno, por un margen descomunal. El fundamento racional de esta ofensiva es desmoralizar a aquellos que se mantienen indecisos, para que crean que su voto debe ir al ganador presunto, buscando el mecanismo de la economía del voto.

Hacia el interior de la alianza opositora, por el contrario, se ha orquestado un planteamiento táctico diferente. Se desprestigia al candidato, tildándolo de "majunche", se banaliza su campaña, al llamarlo "muchacho bobo" y se trata de suscitar una disensión interna al sugerir que la candidatura es equivocada, porque, no levanta en las encuestas.

Mientras tanto, el candidato se mantiene alejado de los medios, con presencias muy medidas y esporádicas, mensajes de twitter, llamadas telefónicas y una que otra cadena perfectamente controlada y grabada de antemano, en la cual se muestra una imagen aparentemente saludable, que contrasta con las informaciones extra oficiales acerca del estado real de salud del mandatario.

Los elementos mágicos que rodean a la imagen del presidente se han acentuado, con frecuentes referencias religiosas, tanto cristianas como afro-caribeñas y con ritos y ceremonias mágico rituales que tratan de afincar las creencias sobrenaturales de las masas que, de acuerdo a los estudios realizados por el antropólogo norteamericano Oscar Lewis, sustentan su conducta en contenidos mágicos, más que en consideraciones racionales.
Hasta ahora, el mensaje oficial, simplemente, plantea la continuidad del modelo político y económico, con posibles acentuaciones del papel del estado en el manejo de las instituciones fundamentales de la economía y la sociedad venezolanas. Se han iniciado algunas "misiones" nuevas, que tratan de atacar algunos de los más evidentes males que aquejan al país: vivienda, seguridad, alimentación.  Sin embargo, la promesa sigue siendo la construcción de una sociedad socialista que sigue siendo una categoría ideológica difusa.

A todo lo anterior hay que añadir factores muy importantes: el uso indiscriminado de los recursos del poder, tanto en el campo de los medios, sobre los cuales ejercita un claro dominio numérico, como en el del empleo de fondos públicos para realizar campaña descarada de compra de conciencias, mediante dádivas, becas, empleos y toda clase de canonjías que tienen como objetivo asegurar la lealtad de los grupos que lo acompañan.
De acuerdo con lo que es previsible, la campaña oficial será esencialmente mediática, porque el candidato, real o supuestamente, tiene severas limitaciones de movilización. Es muy posible que su presencia física se limite a un número reducido de actos de masas, especialmente preparados y acondicionados para satisfacer sus exigencias médicas.

Con todos los colores

La campaña de Henrique Capriles Radonski, luego de su presentación oficial, seguirá un camino perfectamente orquestado, presencia personal directa en la mayor parte del país, con preferencia en las ciudades pequeñas y medianas, en los barrios más pobres y en las regiones donde existe una fuerte presencia de partidarios del oficialismo.

El mensaje claro es, tal como lo expresó en el acto de presentación, el de paz reconciliación, inclusión, seguridad y empleo, con programas específicos, elaborados por densos y bien formados equipos de especialistas, en los cuales se plasmen soluciones tanto inmediatas como mediatas a problemas puntuales que están afectando a las comunidades.
La oposición dispone de muy pocos medios de comunicación en los cuales pueda insertar su mensaje y dependerá, fundamentalmente de la producción de noticias que, de una u otra manera sean proyectadas por los medios audiovisuales privados de rango nacional. Por ello su actividad principal será la de organización local, motivación personal y comunicación directa, dada la disparidad astronómica en la disponibilidad de recursos financieros.
En este contexto, se ha señalado que a algunas empresas e individuos que han realizado contribuciones financieras significativas a la campaña opositora, han recibido presiones, amenazas o revisiones fiscales, que tratan de ahogar a la oposición por falta de recursos.

De acuerdo con informes fidedignos, el efecto que ha tenido, hasta ahora, la campaña "casa por casa" que ha estado realizando Capriles, ha sido notable, logrando neutralizar la hostilidad inducida por años de propaganda adversa y conquistar a importantes grupos de descontentos con la ejecutoria del gobierno, sobre todo en las áreas de seguridad, empleo y servicios públicos.
El contraste entre ambas candidaturas nos habla de un país dividido casi por su mitad, en el cual el avance hacia un futuro que podría ser venturoso, se encuentra bloqueado por el odio y la venganza, sobre todo porque los que detentan el poder no poseen un criterio claro de lo que es la productividad y la necesidad de que existe empleo efectivo y bien remunerado como forma de mejorar la autoestima y combatir a los delincuentes, que hoy ejercen un dominio claro sobre la vida nacional.

Por esas razones, el acto del domingo 10 de junio, el fin de semana de Corpus Christi, es un recordatorio oportuno de que tenemos que acorralar a los diablos que amenazan a nuestra paz y desarrollo y reducirlos de nuevo a sus reductos subterráneos, donde no pongan en peligro nuestra vida y, sobre todo, nuestro futuro como nación. 

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