Saturday, June 9, 2012

Chávez castiga a venezolanos del Sur de Estados Unidos



ALEXIS ORTIZ


Cuando el gobierno de los Estados Unidos descubrió que la cónsul de Venezuela en Miami, Livia Acosta Noguera, no era una diplomática sino una espía combinada con la teocracia iraní, la expulsó del país. Ahí comenzó un nuevo calvario para las comunidades venezolanas de Florida, Georgia, Carolina del Norte y del Sur.
Chávez, asesorado por sus esbirros cubanos y propios, para replicar a los norteamericanos, decidió cerrar el Consulado de Venezuela en Miami, o sea, una medida que no le hace mella a los gringos pero castiga a los venezolanos, porque ellos son los usuarios de los servicios consulares.
Con la excusa del cierre del Consulado, el gobierno de Chávez, con la complicidad de las rectoras del Consejo Nacional Electoral (CNE), Tibisay Lucena, Sandra Oblitas, Socorro Hernández y Tania D´Amelio Cardiet (hay que nombrarlas porque algunos delitos jamás prescriben y hubo un hombre decente que no se prestó para la maniobra: Vicente Díaz), impidieron que miles de venezolanos se registraran para votar en las elecciones presidenciales del venidero 7 de octubre.
A pesar del abuso, hay 23 mil venezolanos inscritos para votar en el sur de EEUU. La Mesa de Unidad Democrática (MUD) y el Comando de Campaña de Henrique Capriles Radonski de la zona, sostuvieron una intensa iniciativa de de solicitud de apertura de  un centro de votación en Miami, para resguardar el derecho al sufragio de los venezolanos de Florida, Georgia y las Carolinas.
El CNE, por orden de Hugo Chávez a través de su office boy el canciller Maduro, decidió, entre gallos y medianoche, obligar a los venezolanos de estos estados a votar en Nueva Orleans. El propósito de la enojosa decisión es complicar las cosas para desmoralizar a los votantes. En verdad el chavismo está tan inseguro del resultado electoral, que le tiene terror a los 23 mil votos de esta zona.
Nueva Orleans está a 14 horas de Miami (1387 kilómetros); 14 y media de Raleigh; de Carolina del Norte; 11 de Clearwater-Tampa; 11 de Columbia, Carolina del Sur; 10 de Orlando; 9 de Jacksonville; 7 de Atlanta…Es obvio entonces, que contrario a lo que la Ley manda, el CNE lo que persigue es dificultar y desestimular el voto de los ciudadanos.
Pero nadie se va a paralizar por este nuevo atropello de Chávez y su CNE acobardado. Como bien lo dijo el presidente de la nueva Venezuela democrática, Henrique Capriles Radonski: igual la gente irá a votar. Ya comenzó la gran movilización para que todo el mundo cumpla con su obligación de votar, en Miami, Nueva Orleans o donde sea, porque todos saben que cualquier sacrificio vale la pena para ahorrarle al país la tragedia de un nuevo gobierno de Hugo Chávez.    

 

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